quarta-feira, 3 de outubro de 2007

MONEY, MONEY, MONEY...

En la tradición cultural española hablar de dinero siempre ha sido de mal gusto. Y si ya se relacionaba cultura y beneficio económico, nos acercábamos al anatema, a la apostasía. Durante mucho tiempo, sin duda demasiado, se ha querido asociar pobreza con bohemia y con creación cultural como un ciclo que se alimenta a sí mismo dando como resultado una obra nacida del sufrimiento y de la excepción, sublime. Esta estupidez, alentada incluso por algunos galeristas todavía vivos y que han considerado que igual que el artista necesita la miseria para crear el galerista necesita del lujo para vivir, es hoy en día indefendible. Sin embargo, perdida ya toda vergüenza por hablar de dinero, superados los complejos por preguntar los precios de las obras de arte y exigir descuentos a la hora de comprarlos, asistimos con, no cierta sorpresa, a la vuelta absoluta de la situación.

Ahora lo que se lleva, lo auténticamente moderno, lo más, es crear una empresa de inversión artística, asesorar una colección (privada, por favor) y sobre todo, sobre todo, comprar para otros. Es decir, especular.

Personalmente puestos a especular me parece moralmente mucho peor especular con la vivienda (una necesidad reconocida incluso por la Carta de los Derechos Humanos) que con las obras de arte de los artistas actuales, que son muchos y trabajan un montón, y realmente podemos llegar a vivir, incluso bien, sin poseerlas y atesorarlas en nuestras cajas de seguridad climatizadas. Sin embargo si todo el mundo está dispuesto a rebajar su moral un poquito y especular con la necesidad de vivienda de los demás, ¿por qué nos vamos a molestar porque un grupo de ricos riquísimos acepten poner cientos de miles de euros en...
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Nota do formigueiro: qualquer ligação entre este texto de Rosa Olivares e a realidade portuguesa, só é possivel de estabelecer em cabeças muito, mas mesmo muito doentes...

1 comentário:

Anónimo disse...

Money, money, money, lá , lá, lá, gajas, gajas, gajas, lá, lá , lá,
boas, boas, boas.
Outravez o refrão:

Money...
Gajas...
Boas...